¿Se puede aprender el difícil arte de redactar bien?

Un periodista ha osado escribir un libro de redacción y los lingüistas y correctores levantan la ceja. El libro de Jesús Raymundo, en cuatro años, llega a su tercera edición y tres reimpresiones en el Perú y una edición en España. La redacción no se improvisa ha tenido éxito en talleres y redes, pero también ha sufrido el ninguneo del mainstream de las letras en el Perú.




1.
Un malabarista humanoide toma las letras del abecedario y, desafiando el viento y la coordinación mente-cuerpo, intenta dominarlas. El dibujo está en la portada de La redacción no se improvisa, del periodista Jesús Raymundo.

El dibujo es una metáfora. Resume el fin del volumen: compartir “normas, técnicas y experiencias” para escribir mejor; es decir, para evitar (en la medida de lo posible) “las faltas lingüísticas y de redacción” a la que todos, escritores profesionales y neófitos ante la hoja en blanco, nos enfrentamos.

Subrayo la palabra experiencia. Y la dejo, por mientras, ahí.

2.
La palabra escrita es el insumo vital para todos aquellos que aprendimos a leer y escribir y necesitamos comunicarnos con nuestros semejantes. Hoy su uso se ha multiplicado con las redes sociales y no hablaremos de la calidad de estos mensajes para no alargar el tema. Tampoco de los esfuerzos de jueces, fiscales y abogados, empecinados con su verborrea en la antiescritura.

Frente a esa llanura, resalta el trabajo de los escritores creativos. El esmero con el que poetas, narradores y ensayistas –siempre serán los menos– riegan, cuidan y fecundan en el vivero de sus textos las posibilidades de las palabras, que armonizadas en una estética, convierten a sus textos en verdaderas piezas de arte.

Aun así, los escritores, yerran. Ni qué decir de  los periodistas, que tienen el desafío diario de describirnos el mundo con sus noticias y sandeces, a diario. Yerran con saña y alevosía. Algunos aprenden a cocachos, gracias a los escasos buenos editores. El resto (sobre)vive en piloto automático.

Jesús Raymundo, en más de 25 años de labor periodista en el Perú, tiene la “indesmayable brega en el uso correcto del idioma”, resalta su colega, Hugo Coya, en el prólogo a esta tercera edición. Lo dice Coya porque esta cualidad resulta una excepción cuando debe de ser la norma. 

Entonces vuelvo a mencionar la palabra experiencia.

3.
En cuatro años, La redacción no se improvisa ha logrado tres ediciones y tres reimpresiones. Más de seis mil ejemplares, amén de las ediciones piratas que han crecido a la par. Es tan buena “guía para lograr textos de calidad” que, este año, ha sido editada también en España.

Sí, un periodista peruano ha publicado un libro para redactar bien, en la tierra donde nació el español, Miguel de Cervantes y desde donde trabaja el buque vigía del idioma, la Real Academia Española de la Lengua. 

Y lo ha publicado un sello de Barcelona, ciudad donde se forjó el boom latinoamericano, con Vargas Llosa, García Márquez, Fuentes y Cía.. Ciudad que,con sus sellos editoriales (este MamutQueLevita es fan del editor Jorge Herralde y lo que logró al frente de Anagrama), señala el rumbo de lo que deben de leer los hispanoparlantes. Entonces es una noticia importante pero ha pasado desapercibida, seguramente porque Raymundo es “color puerta” o porque no pertenece a las argollas del establishment literario peruano.

Y, justamente, la nueva edición peruana de La redacción no se improvisa reproduce el prólogo del académico barcelonés Alberto Gómez Font, miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, quien cuando llegó el pasado a Lima quedó sorprendido con el trabajo que había desarrollado Jesús Raymundo.

Gómez destaca que este libro “no se limita a presentarnos los cambios [normativos en ortografía, sintaxis y léxico], sino que hace un repaso minucioso y amplio por todos los puntos dudosos que nos pueden impedir redactar con corrección, y así nos evita tener que consultar dos o tres o cuatro libros al mismo tiempo, pues él condensa aquí, en esta páginas, lo esencial de la norma académica, la norma consensuada por la Asociación de Academias de la Lengua Española, en la que no son de recibo las improvisaciones, aunque en ocasiones se pueda discrepar.”

4.
Sin embargo, desde que en el 2015 salió la primera edición de La redacción no se improvisa, los lingüistas nacionales y sus pares menores, pero no menos importantes en el día a día de la palabra escrita, los correctores de estilo, miraron cejijuntos el aporte que podía dar el libro de Raymundo. ¿Qué puede aportar un periodista en nuestro rubro?

Les jode, disculpen, que un periodista se meta a hablar y a escribir sobre la materia que ellos dominan. A raíz de este libro, Raymundo ha realizado talleres por todo el Perú y ha llegado al Ecuador. Ha acaparado una gran atención no solo de periodistas en busca de mejorar su trabajo cotidiano sino de estudiantes universitarios y profesionales diversos (abogados, ingenieros, médicos, contadores, han sido conscientes de la necesidad que tienen de escribir bien). 

Además, se ha convertido en un referente para miles de peruanos de lo bien escrito, haciéndose conocido en redes sociales como el @DoctorTilde, que corrige desde tuits del presidente de la República, congresistas, gobernadores regionales… es que el poder político no te da el poder de escribir bien. Y la gente se divierte, hace leña con sus likes y emoticons, del mensaje corregido, hace del @DoctorTilde una tendencia, pero aprende. Es que escribir en las redes sociales, amparado en el mal endémico de la inmediatez, solo ha tenido referentes de lo mal escrito para las mayorías. Hasta que llegó el @DoctorTilde preocupado en que las reglas de la RAE las usen correctamente todos los hablantes de a pie. ¿Quién antes se había preocupado por ellos?

5.
Y termino este texto volviendo al principio, hablando de la experiencia. Raymundo ha resumido en La redacción no se improvisa, creo, sus dos preocupaciones como periodista y docente universitario. 

De un periodista que ha pasado por muchas redacciones a lo largo de un cuarto de siglo, en profesional que se ha preocupado por disipar dudas gramaticales o léxicas revisando a Álex Grijelmo otro periodista empecinado en que escribamos bien, eldiccionario de la RAE, el de la Fundéu,  y hasta Wikipedia,  para dar por resultado productos periodísticos más claros para los públicos. Y como docente, preocupado en que un amplio número de sus lectores y quienes lo siguen a sus talleres aprendan lo mejor posible a escribir.

Porque la premisa de Jesús Raymundo es que todos podemos escribir bien. Todos. Por ello, en el libro abundan los ejemplos prácticos, el diseño es muy actual: con despieces y la apuesta por las infografías, que no son comunes cuando se habla de las aburridas normas de ortografía. Por eso creo que se preocupa en que todos lo tengamos de material de referencia. Esto elementos de diseño moderno le da un dinamismo, que le permite llegar con mucha facilidad a los no iniciados en el arte del buen escribir, y volver a ser consultado siempre por aquellos que creemos tener cierto manejo en la escritura.

Lo que ha hecho Jesús Raymundo parece fácil, pero es la síntesis de la experiencia y un compromiso con un mejor país, con personas que tengan herramientas para escribir bien, ergo, comunicar sus ideas con claridad.


Mamut Que Levita

Puntaje:
4 de 5

FICHA TÉCNICA
Raymundo, Jesús. La redacción no se improvisa. Guía para lograr textos de calidad. Lima, Artífice Comunicadores, 2019. Tercera edición. Pp. 136. 

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