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Mostrando las entradas de mayo, 2019

Hemingway en el Perú: aproximaciones a un demonio feliz

Su narrativa, tan potente como el ataque de un avión caza, y su vida, siempre al filo de la navaja y de los catres, han hecho de Ernest Hemingway un personaje de leyenda, apetecible para cualquier narrador. Acaba de aparecer Hemingway desconocido , conjunto de crónicas que aporta sobre 36 días que el escritor norteamericano pescó en Cabo Blanco (Perú), amén de su fantasma y dos de sus amores — uno carnal y otro idílico — .   1. “La muerte es una puta más con la que no quiero acostarme”, respondió el viejo colorado y barbudo llamado Ernest Hemingway , acomodándose la gorrita, al trío de periodistas peruanos que lo esperaban al pie de las escalinatas del avión, cuyas hélices aún daban vueltas. Parecía un Papa Noel veraneando; lo engrandecía su fama de cazador de safaris en el África subsahariana, de sobreviviente de guerras y su alta pluma, entre otros galardones de su vida non sancta y exagerada. El pájaro de acero se apellidaba Panagra y había levantado las ala...

ABE: Entre las digresiones y las canciones, existe la antimemoria

A propósito de la despedida literaria de Alfredo Bryce Echenique, una mirada con caleidoscopio y soundtrack de bolero y cante flamenco, a su triada de antimemorias. Parece que con los años, la memoria o la antimemoria, al destejerse, ocupa menos espacio. Se hace menos prolija. Se sintetiza. La antimemoria es el género literario que Alfredo Bryce Echenique, ABE , ha escogido para decirle adiós a más de 40 años de escribidor; para desatar los últimos cabos y empezar a navegar sin bagajes, sin la costumbre bendita de escribir y su hermana tortuosa llamada edición. En el universo de la Literatura Hispanoamericana, desde Un mundo para Julius(1970) , ABE es “el autor” del registro entrañable. Y ahora, decíamos, literaria y literalmente, deja la narrativa como quien se divorcia de un amor prolongado. Y con gesto de caballero solicita Permiso para retirarme (Lima, Peisa,2019) . Huellas de la antimemoria Tengo buenos recuerdos de mi primera experiencia con la “antime...

Muñequita de thriller o cuando ellas afilan el cuchillo en tu cuerpecito caribeño

A propósito del Día de la Madre, recordemos un clásico de las letras latinoamericanas del XXI: Mujeres asesinas . Un libro de perfiles épico, sangriento, realista, que cambió la forma cómo vemos al sexo débil. Si Ud. es de los que creen que el mundo se divide en blanco y negro, en Dios y el Diablo, en buenos y malos, le recomiendo cerrar esta página. Ahora me quedo con los habitantes del feliz universo gris. Desde el título comprenderá, amable lector, que en las 14 historias que integran el corpus de Mujeres asesinas (2005) ellas son las victimarias. Son ingredientes en estas historias la venganza, los celos, la resignación, la rutina, las medias verdades. El producto son los asesinatos más viles, sangrientos y despiadados de los que haya escuchado. Hay algunas justificaciones -¿tiene justificación la violencia?-. “Las historias familiares de las mujeres asesinas suelen ser patéticas”, dice la autora en el texto introductorio. “Otro dato a tener en cuenta: una vez...

La posverdad o cómo Pinocho aprendió a alargar su nariz en tiempo récord

La herramienta es libre y parece inofensiva: las redes sociales, con su supuesta democracia, de ser el timbre de quienes carecían de cuerdas vocales, contribuyen a la creación de una nueva forma de la desinformación que atizan los grupos de poder: la posverdad. En Mecanismos de la posverdad , la periodista Jacqueline Fowks analiza cómo este instrumento se ha convertido en un platillo infaltable en el menú noticioso que consume América Latina.  1. Un expresidente toma un revólver y se suicida la mañana en que los fiscales tocan la puerta de su casa, en un barrio residencial de Lima, para hacer cumplir un mandato de prisión preventiva que pesa en su contra por dineros que -otros a nombre de él- recibieron de la constructora más grande y corrupta de América Latina. El expresidente dejó una carta de una página, donde señala que dejaba su cadáver a sus enemigos políticos. Suena poético, pero no lo es. Pareciera que con la bala que entró y salió por su cabe...