'Una banca en el parque' de José Eslava

Una breve obra que habla a los niños sobre el amor de pareja, el amor por los libros y el paso del tiempo. 



UNO

Si se quiere tener una mirada global de la literatura peruana infantil y juvenil, debemos de mencionar a dos autores fundamentales: Oscar Colchado Lucio (Ancash, 1947) y Jorge Eslava (Lima, 1953). 

En términos generales, los personajes y escenarios del primero tienen están relacionados al universo provinciano y rural. Mientras que los del segundo, dan al lector una mirada limeña y urbana. 

Un buen Plan Lector para niños y adolescentes, representativo del Perú, debe de incluir a ambos autores. Sus universos se complementan: el compromiso y sensibilidad de ambos escritores con sus lectores (la literatura para niños y adolescentes siempre olvidados por los grandes autores “serios”, que escriben para adultos, la crítica literaria y los reseñistas), es a prueba de balas. 

Hablar de esta literatura es fundamental cuando lo que está en juego es el futuro del libro -independientemente del formato que tome- y del amor por la lectura. 

No es casualidad que ambos premiados narradores, Eslava y Colchado, sean también poetas y educadores. 

Es decir, amén de la sensibilidad artística, hay una formación, un conocimiento sobre la psicología de los niños y un uso adecuado del lenguaje. Todo ello conjuga a favor para que sus trabajos narrativos sean tan convenientes -si me permiten el término- para empezar este romance con las Letras.

Si hablamos de triada. Otro autor contemporáneo importante es el genial poeta José Watanabe (1945-2007). Solo dejo el nombre para que busquen sus obras de literatura infantil. 


DOS 

El año pasado, Jorge Eslava publicó Una banca en el parque. Es un libro breve, de tapa dura y no más de 30 páginas, editado por Peisa, con ilustraciones de Beatriz Chung. 

Una banca en el parque es ideal para niños de 10 u 11 años, en promedio. Hay tres cosas importantes que conjuga en sus pocas páginas: 1) el amor de pareja, 2) el amor por la lectura, y, 3) el paso del tiempo. 

Son temas difíciles de tocar, aunque aparentemente sean lo contrario y formen parte del día a día. 

Primero, el amor de pareja es algo que ruboriza a los menores, mientras se hacen más adolescentes, este sentimiento se complejizará. 

Segundo, el amor por los libros no debe de ser una imposición, sino fluir de manera natural. Y el personaje de Eslava, un profesor de escuela, se enamora de una muchacha a quien encuentra en la banca de un parque leyendo un libro. Es decir, el amor romántico es resultado del amor por los libros. 

Es curioso, porque el profesor es testigo del rompimiento de la muchacha con otra persona, pero eso no le interesa, cuando ve cómo ella vive y goza con las lecturas. Y es lo que produce el flechazo. 

Tercero, Eslava cuenta en pocas palabras el paso del tiempo. Cómo este amor romántico crece. Testigos son el guardián y los niños que juguetean en el parque, y todos somos testigos de cómo el amor romántico entre el profesor y la muchacha, se mantiene hasta la senectud. Y todo por un libro. 

El uso del rojo y el amarillo y el trazo con que dibuja a los personajes Beatriz Chung Oré en sus ilustraciones, otorga a la obra de un aire melancólico, que va acorde con este amor romántico, amor por las Letras. 


FICHA TÉCNICA:

Eslava, Jorge. Una banca en el parque. Lima, Peisa, 2019. 

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